Para todo siempre hay una primera vez, y en lo que se refiere a eventos, este fue el mío. Muchos nervios, inexperiencia… y sobre todo mucha mejora en emplatado, corte, rectitud, presentación de la mesa, imagen… desde aquel día hasta hoy. Lo más significativo para mí, es toda la evolución laboral y personal que hay desde aquel día, y sentir que aún queda mucho por aprender, mucho por conocer y muchos jamones por cortar.