Formar parte de un evento como The Word’s 50 Best Restaurants 2019, celebrado el 16 de septiembre, ayer, ha sido un regalo, un sueño hecho realidad y una experiencia que recordaré siempre.
Estar en la mesa, cortando un jamón con mis cuchillos recién afilados por Jacobo, el de la ferretería de mi pueblo, casi casi como un día normal de trabajo; pero de repente oyes una voz que te dice: “Necesito 200 lonchas de jamón Cinco Jotas para la receta del chef”, y las corto intentando no perder la cuenta mientras pienso “¿Es real lo que acabo de escuchar?¿De verdad estoy cortando jamón en París para los chefs de los 50 mejores restaurantes del mundo.”
Luego viene cuando la concentración reduce el campo de visión a: cuchillo, jamón, plato, pinzas y conseguir la loncha más bonita posible en cada zona. Pero de nuevo me sorprendo, esta vez con un grupo de chefs al rededor de mi mesa, uno de ellos conocido para mi por aparecer en el capítulo Nº1 de Netflix de “The Chef Table Francia” el Chef Alain Passard, que vi repetidas veces mientras estaba en Córcega por dos motivos: lo veía en Francés para aprender el idioma poco a poco, y el otro motivo, que por problemas de conexión fue de los pocos que pude descargarme. Con él también estaba Jean-Bernard Magescas entre otros; poder hablar con ellos, intercambiar palabras en francés, inglés y español, y descubrir que conocían mi tierra, mi Cantabria, conocían Comillas, Potes, San Vicente de la Barquera, mi pueblín; y restaurantes de Santander en los cuales he comido y disfrutado como una enana; hizo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo.
Gracias a Carlos Sánchez por hacerme formar parte del gran equipo de cortadores Los Finos y que todo esto sea real, a Cinco Jotas y Olivier de Basquiat por hacer posible esta aventura en Francia; y al cortador de jamón francés Jerome por compartir mesa conmigo una vez más.